Por qué decidí no ver todos los días a mi novio.

14 de marzo de 2015

El día en qué supe que quería comenzar una relación con mi novio tuve claras dos cosas: primera, no quería que, si rompíamos, nuestra amistad se estropeara, ya sé que esto puede sonar algo utópico, pero de verdad pienso que se cumplirá; segunda, no quería quedar todos los días con él.
Cuando por fin empezamos a salir, se lo dije a los pocos días, y él estuvo totalmente de acuerdo. Los que tenían dudas eran nuestros padres, que no entendían cómo era que no estábamos dispuestos a citarnos los siete días de la semana. Pensarían que algo no iba bien entre nosotros, que no nos apetecía demasiado estar en nuestra relación... quién sabe. La verdad es que no me acuerdo muy bien, pero estoy casi segura de que lo que ocurría era que ellos aprendieron a ver todos los días a su pareja, de que interiorizaron la norma de que lo mejor era estar todos los días juntos, interpretando el incumplimiento de la misma como un mal indicador.
Entiendo esta visión, por supuesto, es perfectamente comprensible y entiendo a las personas que, al contrario que nosotros, quieren quedar todos los días de la semana, pero aquí van las razones por las que yo no quise hacerlo.
Quedar se convierte en una obligación. Si decides iniciar una relación en la que ves todos los días a tu pareja, quedar con ella se convierte en algo que tienes que hacer; con otras palabras, en un deber. Esto, en mi opinión, significa que citarte con tu pareja ya no es algo que hagas por placer, por las ganas que tienes de verla, sino porque es tu obligación quedar con ella, aunque no te apetezca, ya que así lo has acordado. A mi parecer, ese hecho quita gran parte del romanticismo, la magia y, si me apuras, la satisfacción de llevar una vida en pareja.
Es estresante. Recuerdo que mi primer novio era uno de esos que estaba convencido de que, para que una relación funcione, los novios tienen que verse cada día. Podréis imaginaros el estrés que suponía para mí, una chica de quince años con una ajetreada vida escolar y que ya entonces no creía en esa doctrina, tener que soportar la insistencia del chico y lidiar con sus ganas de verme, ya que me era literalmente imposible quedar con él cada día. Cuando cortamos, decidí que no quería volver a experimentar jamás esa presión por el mismo tema en mis relaciones futuras.
“Otra vez tú...” Doy por hecho que a corto plazo esta razón no tiene cabida, pero imagino que quizá (con mi primer novio duré poco y menos), en un periodo de tiempo más largo, el hecho de citarte todos los días con tu pareja terminará creando una sensación de rutina, cansancio y aburrimiento – influida por la sensación mencionada arriba de obligación – que no tendrá nada que ver con los planes a realizar, sino con la persona que ves. Este motivo, junto con el de la obligación, fue el que más claro tuve cuando empecé a imaginarme junto a mi chico, ya que además los dos vamos a la misma clase en la universidad.
Te alejas de tus amigos. Si el mero hecho de tener novio/a ya implica reducir ligeramente tu vida social, no me quiero imaginar si además os veis todos los días... ¿cuándo quedas con tus amigos entonces? A no ser que en un mismo día quedes con ambos... aunque supongo que también querrás tener una vida aparte, ¿no? Pienso que otra opción es tener a tu novio en tu grupo de amigos, lo cual en mi opinión neutraliza el punto anterior.
Entiendo que este punto puede llegar a ser el más polémico de todos los que estoy poniendo, ya que para decir estas cosas no me baso en opiniones de parejas que siguen la regla de verse todos los días y no descarto la posibilidad de estar metiendo la pata hasta el fondo. Por ello, pido disculpas.
¿Qué pasa con el trabajo, los estudios, la familia...? Supongo que tendrás más obligaciones que atender o cosas que hacer aparte de ver a tu pareja, ¿no? Quedar todos los días con una persona, o quedar todos los días en general, te quita tiempo que deberías estar empleando en estudiar, trabajar, dedicarte a tus hobbies o relacionarte con esa gente que es tu familia, por ejemplo, sobre todo de Lunes a Jueves.
Me gustaría señalar algo que he estado pensando mientras escribía esta entrada. No concibo de igual manera quedar todos los días e irse a vivir juntos, lo entiendo como dos cosas diferentes. Cuando pienso en irme a vivir con mi pareja pienso en compartir un hogar, construir una vida en común... algo emocionante y fantástico. Mientras tanto, cuando pienso en citarme todos los días con ella, lo primero que se me viene a la mente es “obligación”.
Tras este comentario que quizá no tenga mucho que ver, estos son todos los motivos que tanto mi pareja como yo tuvimos en cuenta a la hora de decidir llevar nuestra relación del modo en que lo hacemos. Estoy segura de que los novios que se ven todos los días también tendrán sus buenas razones, ya que lo que digo no es ley, ni mucho menos, y estaré encantada de leerte si eres una de estas parejas y quieres explicarme tus motivos en los comentarios, o desmentir alguna de estas observaciones.
Hasta otra.

2 comentarios:

  1. ¡Hola! Conozco una pareja que está uno encima del otro todo el día, y quedan todos los días también. No es de extrañar que uno de los dos no apruebe y el otro a duras penas. Yo lo encuentro agobiante, y eso que nunca he tenido una relación de ese tipo. Coincido contigo completamente.
    ¡Un beso! Meri

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    1. Pues no, no es de extrañar. Es muy agobiante, sobretodo cuando tú no quieres hacerlo y el otro sí... menos mal que con este chico duré poco menos que un mes. Gracias :)
      Un beso.

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